Mujeres. Y punto

Una alianza de mujeres de dos provincias, Asturias y León, vinculadas a la tierra, guardianas de las tradiciones y transmisoras del hacer de sus familias ha hecho posible que hoy os presentemos una colección de punto realmente especial. Seis modelos únicos: un chaquetón, una chaqueta, dos jerséis largos y dos cortos. No hay más tallas. No hay más colores. Prendas que hablan de la vida en el campo, del discurrir lento, del amor por la naturaleza, de las enseñanzas que nos transmiten nuestros ancestros, del valor de las cosas hechas con las manos, de la unión y del esfuerzo y de la felicidad de crear algo nuevo y que otra persona lo adquiera y le de vida.

Todo eso susurran las hebras de estos jerséis. Puro amor. Cada uno tiene una historia al punto, con un comienzo y sin un final, porque una prenda de lana hecha a mano se usa, se vive, se disfruta y se deja en herencia. Pasa de una piel a otra, abrigando y dando abrazo. Ni siquiera muere, porque la lana de merino con la que han sido tejidos, al ser 100% de fibra natural, es ecológica y biodegradable.

La historia de esta colección comienza en el Val de San Lorenzo, un pueblo leonés cercano a Astorga donde en el siglo XVIII ya había más de 80 fabricantes de paños en activo. La industrialización, en el XIX, dio al traste con todos estos negocios artesanos, que tuvieron que reinventarse. Así fue como José Cordero Geijo puso en marcha el primer telar en el pueblo y comenzó a tejer mantas de lana merino para proteger a sus paisanos del frío invierno leonés . Corría el año 1858 y nacían las famosas mantas maragatas. Hoy es Noelia, nuestro primer eslabón en esta cadena de mujeres, descendiente de José, quien ha hilado la lana de las chaquetas y los jerséis que hoy te presentamos desde su taller, Santiago Geijo, Artesanía Textil (@artesaniatextilsantiagogeijo), que antes fuera de sus padres, quienes aprendieron el oficio de sus abuelos.

La lana que hila Noelia es 100% merino, una lana fina y esponjosa que no pica, es transpirable regula la temperatura, repele los olores, te mantiene caliente, no se arruga, no produce electricidad estática y es biodegradable.

Esa es la lana que utiliza Rosa (@qbo27), que vistió de pequeña las chaquetas que su madre le tejía, o que heredaba de su hermana, y que ahora crea ella inspirándose en la naturaleza, en los objetos que ama y en sus recuerdos. La segunda mujer de esta potente alianza es la artífice de nuestras seis maravillas. Le gusta tejer a mano, como le enseñó su madre, y se deja llevar por la textura y los colores de las hebras a las que sus agujas van dando forma para crear un nuevo diseño. Puede ser un mantón, como los que llevaba su abuela, o una chaqueta en homenaje a la mina y a quien picaba el carbón, tan presente en su infancia. O un jersey que sea bosque u otro que sea hoja. O ese que recrea la textura y el peso de las mantas heredadas.

Alba (@provatosheep) también aprendió a tejer en León. Y también lo hizo de la mano de su madre. Ahora no solo hila, diseña y teje sino que cultiva y recolecta flores en el jardín de su finca para hacer tintes naturales. Dos de las prendas que integran esta colección han sido teñidas por esta artesana para la que la cáscara de nuez, la rubia, la cochinilla, el eucalipto, el muergo o el índigo no tienen secretos. Se da la circunstancia, además, de que, en esta ocasión, Alba no ha teñido la lana antes de ser tejida, sino las prendas una vez hechas, con la dificultad que ello conlleva por su manejo y peso. Ella es nuestra tercera mujer de la alianza y la que ha hecho posible que estas chaquetas y estos jerséis llegaran hasta nosotras, pues nos une una amistad de años y un vínculo fuerte y poderoso.

Y de nosotras, ¿qué os vamos a contar? Ya nos conocéis. Vanessa y Sandra. Tercera generación de mujeres de una familia al frente de El antiguo Iriarte, una tienda a punto de cumplir los 60 años, ubicada en el casco histórico de Oviedo, donde cuidamos, sobretodo, el trato cercano a nuestras clientas y la calidad de nuestros proveedores. Por eso estamos felices de traeros estas joyas en bruto. Prendas que tienen historia, que han sido hechas una a una, con cariño y a mano, por mujeres y para mujeres, que mantienen la tradición y respetan la naturaleza y el ciclo vital. Una colección artesana de la que nos sentimos orgullosas y os ofrecemos desde el corazón. Para regalar o para regalaros. Para disfrutar y dejar en herencia. Para apreciar el valor de lo hecho a fuego lento y para perdurar.

Para seis mujeres que, al adquirirlas, mantendrán esta alianza.

Cada prenda tiene su nombre. Están el chaquetón Hulla, negro como el carbón y homenaje a las gentes de la mina, y el jersey del mismo nombre, por su mismo color; la chaqueta Muergo, teñida por Alba con muergos fermentados durante un año; el jersey Mil Flores, también con tintes naturales obtenidos con varias de las flores que habitan en el jardín de la artesana y que han derivado en un bonito tono mostaza; el jersey Musgo, inspirado en el peso y la textura de las mantas heredadas de los abuelos de Rosa; y el jersey Floración, de un fuerte fucsia que nos recuerda que la naturaleza no prescinde de los colores.

Los precios oscilan entre los 240 y los 280 euros. Mañana subiremos a esta web toda la colección con la descripción de cada prenda y su importe exacto.

No podíamos presentar esta colección sin una puesta en escena adecuada. Para ello contamos con la ayuda inestimable de Pedro Dominguez Carazo, que nos localizó una cuadra (gracias a Rubén y a Nerea por prestarnos sus instalaciones y a Thor por reunir el ganado y posar en algunas imágenes), nos llevó por bonitos lugares en los alrededores de Pola de Siero e hizo las fotos ( seguidlo en @studiof2.0photo). Nunca dejo de recalcar que cuento con unos amigos fabulosos que siempre están dispuestos a echar una mano. Qué fortuna la mía.

Me pregunto qué nombre tendrán las mujeres que completen el ciclo de esta alianza. Aquellas que valorarán la historia y el trabajo de cada punto y que querrán habitar alguno de estos jerséis. ¿Acaso será el tuyo?