La quinta avenida de Nueva York en Oviedo

Me paré en seco. Iba caminando con Nole por la noche, después de cerrar, para airearme un poco y la vi. Se me quedó esa cara de sorpresa típica de los dibujos animados japoneses: los ojos abiertos como platos y la boca en forma de “OH”. Ipso facto sonreí, de oreja a oreja. Arrastré a mi chico al otro lado de la calle para situarme frente a la fachada y exclamé: “¡Qué preciosidad!”, sin quitarme aún de encima esa cara de muñeca de animación que no puede ni quiere disimular su felicidad. El motivo de mi pasmo no fue otro que Materia Botánica, un maravilloso espacio creado por Dani Pando en la calle Fruela, número 1, que ofrece plantas, flores, macetas, arbolitos, adornos de Navidad, flores de Pascua, velas, cuadernos y mil detalles maravillosos relacionados con el mundo planta. Toqué la fachada, recubierta de musgo, admiré la enorme guirnalda que cubre la entrada, asomé la nariz por la puerta para descubrir un espejo dorado imponente, maravilloso, en el interior, a la izquierda, y un mueble de madera antiguo, a la derecha, que cubre la totalidad de la pared y que exhibe objetos exquisitos. “¡Me encanta!”, volví a decirle a Nole. El se reía, sabedor de mi admiración por la belleza, por lo diferente, por lo novedoso y por lo valiente. Y así me parece Materia Botánica, un proyecto magnífico que devuelve a la ciudad ese aire cosmopolita y de comercio de calidad que había perdido tras la crisis, un espacio, en Oviedo, digno de la Quinta Avenida de Nueva York.

Hice unas cuantas fotos. Para mostrarlo, para enseñárselo a la gente, para compartir mi entusiasmo. Hablé de Materia Botánica y envié a algunos amigos a conocer el espacio. Pero yo me moría de ganar de ir, de entrar, de conocer a quien lo habitaba y de darles la bienvenida al barrio. Y allí me presenté la semana pasada. Les hablé de El antiguo Iriarte, les felicité por su precioso proyecto y les sugerí una colaboración entre comercios, pues creo firmemente en las sinergias y en el apoyo mutuo, Y así conocí a Dani Pando, el maestro florista e impulsor de Materia Botánica (que lleva más de 10 años trabajando en el sector desde Llanera), a su mujer, Covadonga, que curiosamante trabaja en La antigua Botica del Carmen, la farmacia de la esquina de nuestra calle, y a la madre de ella y suegra de él, que fue quien les presentó, según me contaron, divertidos. También conocí a Ana, otra de las integrantes del equipo. Qué gente más agradable, cercana y simpática. Me enseñaron la tienda. Unas escaleras salpicadas de plantas exóticas y maravillosas conducen al altillo, donde han habilitado un coqueto saloncito para mostrar a sus clientes los proyectos de decoración floral o para que las parejas escojan hasta el último detalle ornamental para su enlace. En el techo han colgado cientos de plantas y el efecto es el de colarte en una selva de especies exóticas y descomunales. Quedamos en hacer una sesión de fotos entre las flores cuando lleguen a El antiguo Iriarte los vestidos de primavera. ¡Qué ganas!

Mi entusiasmo ante Materia Botánica se debe no sólo a lo maravilloso de este espacio, sino también a que se ha abierto un nuevo negocio en el barrio, y en la ciudad. Estoy cansada de bajos cerrados y sucios, de tiendas que cierran al poco de abrir, de las mismas franquicias en todas las urbes, de calles tristes y de ciudad oscura. La apertura de un comercio bonito y diferente es esperanza, ilusión, crecimiento, valentía y ganas de seguir hacia adelante. Es luz en la calle, es belleza y es vida de barrio.

Por tanto, bienvenido seas Dani Pando. Bienvenida tu familia y tu materia.