Nos hemos cambiado: Paz, que es rubia, hará de Coco Chanel y yo, morena, de Marlene Dietrich, la una con un Little black dressy un cloche y la otra con esmoquin y chistera. Dos looks que en su día provocaron un auténtico revuelo y que hoy son un clásico. Así es como Albiñana y El antiguo Iriarte hemos querido felicitaros las fiestas y agradeceros vuestra confianza, con un post de lujo para nuestro blog sobre Vestidos y Sombreros. Dos outfits de etiqueta cargados de historia y presentados en un lugar de ensueño que no podía ser menos, el teatro Campoamor de Oviedo.
En 1930, Marlene Dietrich escandalizó a la sociedad apareciendo en la película Morocco vestida de esmoquin y sombrero de copa. De tal guisa, en el film, sale al escenario, besa a una mujer y arroja una flor a Gary Cooper, quien la recoge, con gesto femenino, y se la coloca tras la oreja. Esa fue la primera ocasión en que una mujer vistió este atuendo, diseñado por los sastres de Eduardo VII, en el siglo XIX, para que el por entonces Príncipe de Gales se sintiera cómodo y se viera elegante al mismo tiempo durante sus cenas privadas. De ahí que a la chaqueta de este traje se la conozca como “Dinner Jacket” y no esmoquin, como la denominamos, erróneamente, en España. Nuestro vocablo es una transformación del inglés “smoking jacket”, que eran las chaquetas que usaban los caballeros ingleses para fumar y evitar así que sus trajes olieran a tabaco.
Si bien la primera en lucir el esmoquin fue nuestra misteriosa y provocadora actriz alemana, fue el diseñador francés Ives Saint Laurent quien lo popularizo en versión femenina al incluirlo en su colección del año 1966.
Nuestro esmoquin también es de una firma francesa, Lauren Vidal, y tiene una banda dorada en las mangas y puños elásticos, una de las tendencias de este invierno, que le dan un toque urbano y muy actual. Lo hemos acompañado con un sombrero de copa, cuya historia aún es más peculiar.
Cuenta la leyenda que John Hetherington fue detenido por alteración del orden público cuando paseó por primera vez por las calles de Londres con una chistera en su cabeza, el modelo de sombrero que acababa de idear, según él, para asustar a las personas tímidas. Fue tal el escándalo que provocó a su paso que, según relatan las crónicas de la época, hasta los animales domésticos se sobresaltaron y más de una mujer se desmayó. Corría el año 1797 y nuestro sombrerero tuvo que pagar una multa de 500 libras para salir de prisión. Lo que no imaginaba Hetherington era que su tocado iba a llegar a lo más alto, y no por las dimensiones de su copa kilométrica, que también, sino porque tiempo después la alta sociedad lo haría suyo y lo convertiría en el icono de la distinción y la etiqueta.
El sombrero de copa, llamado chistera en España o galera en Argentina, Paraguay, Chile y Uruguay , es un tipo de sombrero alto, con la cima plana y el ala amplia que se popularizó en Europa en 1820. Los primeros modelos se fabricaron en fieltro hasta que el príncipe Alberto de Inglaterra lo lució en seda. La capacidad del tocado es tal, que del interior de su copa pueden aparecer, como por arte de magia, simpáticos conejillos o palomas. Hoy en día, además de en los trucos de ilusionismo, se utiliza con trajes de gala y en eventos sociales de alto copete, como las carreras de Ascot.
Para darle un toque muy femenino a nuestro look a lo Marlene Dietrich, nos hemos subido a unos estiletos negros de ante de Rebeca Sanver.
Cuando se habla de provocación, transgresión y escándalo en el mundo de la moda, hay una mujer que marcó la diferencia: Coco Chanel. Hoy os mostramos uno de sus iconos, el little black dress o pequeño vestido negro. Hasta el año 1926, el negro, para las mujeres, era el color del luto o de los uniformes de las sirvientas, pues este tono disimulaba mejor la suciedad y era más fácil de lavar que los tonos claros, con los que vestían la mayor parte de las damas. Pero ese año, Coco apareció en el teatro ataviada con un sencillo vestido negro que le llegaba justo por debajo de las rodillas. Qué decir que no pasó en absoluto inadvertida, entre tanta puntilla, volante, pamela y color pastel, y que su vestido no sólo se convirtió en tendencia sino que liberó a las mujeres de corsés y ataduras y les proporcionó ese look que tanto te vale para ir a trabajar como para salir a cenar, según los complementos que lo acompañen. Nuestro Little black dress es de punto, muy ceñido, cuello a la caja y un gran volante a partir de la cadera. Lo firma Bato Peto y lo hemos complementado con un botín con tachuelas y tacón fino de Janet & Janet, para dar siempre a nuestras propuestas el toque más actual.
Cerramos nuestro look a lo Coco Chanel con un maravilloso cloche de terciopelo negro. Otro sombrero que empoderó a la mujer del que ya os hablamos en nuestro último post, Vestida para escribir.
Dos outfits fantásticos para tus cenas de Navidad o para recibir en casa a tu familia.
Y hasta aquí la fascinante historia de nuestros dos looks. Esperamos que os haya gustado. Si queréis saber más sobre Vestidos y sombreros o sobre nosotros, visitad nuestras webs, www.sombrerosybanderas.com y www.elantiguoiriarte.com, seguidnos en Facebook e Instagram (@lasombrereria y @elantiguoiriarte) y dadle a Me gusta en nuestras páginas. Verás qué ideas tenemos para ti.
c/ Magdalena, 24
Oviedo (Asturias)
33009
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